martes, noviembre 10, 2009

Es la tecnología la última respuesta para la mejora de la producción?

Actualmente vivimos en una sociedad que se rige por un paradigma cientificista y tecnócrata.
Hoy en día cualquier persona valida su discurso diciendo que su postura está "científicamente comprobada" y de esta manera suele derribar cualquier oposición. Esto constituye una falacia, puesto que la ciencia dista mucho de ser absoluta e infalible, de hecho, lo único absoluto es la ignorancia inherente del ser humano respecto del universo a su alrededor. El ser humano, en su pequeñez, siempre será incapaz de conocerlo todo. Esto trae como consecuencia que la ciencia siempre estará inacabada, pero asu vez, que siempre estará progresando, o lo hará al menos hasta que el cerebro humano imponga una traba fisiológica.
La técnica, por su parte, entendida como la aplicación del conocimiento científico, se ha enfocado por un lado en crear invenciones que nos facilitan la vida, o que incluso la permiten, y también ha permitido incrementar drásticamente los niveles de producción; pero por otro lado, se ha encargado de intentar cuantificar todo aspecto del quehacer empresarial. Como es el caso del "risk management", pero hay algo que en mi opinión es aún más importante: la aplicación de técnicas cuantitativas para intentar solucionar el problema de la productividad en las empresas, por lo que se establecen metas muy bien explicitadas en términos cuantitativos, en virtud de las cuales los trabajadores de todos los niveles jerárquicos deben mantener altas productividades y trabajar una gran cantidad de horas, y en algunos (inusuales) casos, se les paga una generosa suma de dinero por su molestia. Esta preocupación por la productividad proviene lógicamente del legítimo afán de lucro del inversionista.
Con estos antecedentes nos podemos plantear las siguientes preguntas:
¿Trabajar tantas horas es realmente la respuesta al problema de la producción?
¿Porqué los trabajadores chilenos son tan poco productivos a pesar de las constantes presiones laborales que reciben al respecto?
¿Un sueldo generoso realmente paga el tiempo que el trabajador no comparte con su familia?
Para resolver estas interrogantes hay que considerar una cosa esencial. El ser humano busca la fortaleza que no posee en sí mismo formando grupos con fines comunes. Así como en muchas ocasiones a lo largo de la historia grupos de empresarios se han coludido para subir los precios de sus productos, desestabilizando y perturbando irremediablemente la (teórica) autorregulación del mercado; los trabajadores también muchas veces forman causa común para mantener una productividad baja, evitando que "las estadísticas desfavorezcan a alguno". Por lo tanto, a no ser que las bonificaciones por alta productividad sean proporcionalmente grandes en comparación con las penalizaciones por baja productividad, lo más probable es que se observe un escenario de colusión de los trabajadores para mantener bajas productividades.
Por lo tanto, presionar a los trabajadores al respecto resultaría contraproducente si se desea incrementar la productividad.
Respecto de las otras dos preguntas, está claro que una vez saciadas las necesidades básicas de subsistencias, el tiempo es el recurso más valioso.
Ante esto, se tiene el caso de gente que no tiene completamente saciadas sus necesidades básicas, y la gente que sí las tiene.
La gente perteneciente al primer caso estaría dispuesta a trabajar más horas con la condición de lograr satisfacer sus necesidades básicas. La gente del otro grupo, por otro lado, se mostraría más reacia a trabajar más horas, a no ser que pertenezcan a un grupo no menor de personas que gusta de comprar cosas que luego no podrá disfrutar por falta de tiempo (sin considerar el tiempo que no comparte con sus seres queridos). Me parece justo tildar a este último grupo como codiciosos, bastante objetivamente (si eso fuera posible). La conclusión que se puede sacar de esta reflexión, es que sólo una persona muy pobre o inmoral estaría dispuesta a trabajar más horas para poder producir más.

domingo, septiembre 20, 2009

Sobre como lo bueno se pervierte con la rigidez...

Improvisación. Instinto.
Eso es lo que hoy por hoy me brota de manera espontánea y natural.
Me fijo continuamente en asuntos intrascendentes, que si bien no son extenuantemente difíciles, plantean cierto grado de desafío, exigencia o dificultad. Muchas veces, mi interés en esos asuntos no es solamente por el asunto en sí mismo, sino también me atrae el desafío.
El problema radica en que lo que es verdaderamente importante no me atrae porque se ha rigidizado de manera desagradable.
Cosas importantes, caminos que tomé voluntariamente y con mucho agrado y entusiasmo, caminos que versan sobre cosas que me parecían de lo más entretenidas, ya no me parecen tan interesantes, y son ahora ineludibles y necesarios.
Esos caminos que me parecieron interesantes, que me incentivaban a seguirlos y que me parecían agradables, se han vuelto o han resultado ser caminos predeterminados, graduales, estructurados.
No es un camino en que cada paso se decide en el paso anterior, sino que hay planificación, metas, plazos calculos y artificiosas estructuraciones que me impiden disfrutar plenamente de lo que originalmente hallé de atractivo en ese camino.

Pero esto es inexorable. Siempre se da en la vida en esta sociedad. En ocasiones las consecuencias son nefastas si uno intenta salir de un camino que tomó por voluntad propia. Pero si no lo son tanto, entonces cuesta mucho mantener ese rumbo monótono que otrora fue muy atractivo.

Sin embargo, en algunas cosas la estructuración me desalienta. En otras, si bien lo que se hace rinde frutos y no es desagradable, no presenta ningún tipo de desafío que pueda suscitar mi interés.

¿Qué se puede sacar en limpio?
Sólo que por estas fechas deseo juego, entretención y espontaneidad, pero con una dosis saludable de dificultad y desafío.

Es horrible vivir y sentir originariamente, orgánicamente y naturalmente en tiempos en donde sólo existe un imperio de la sobre-estructuración.


Dionisios

martes, junio 23, 2009

Economía: Una pequeña crisis para la humanidad, pero una gran crisis para Chile

Actualmente nos hallamos sumidos en una crisis económica global de proporciones, en donde todos los países se aferraron a la economía China para no irse a pique. Algunos dicen que estamos en el fondo, otros que ya estamos por salir.

Sin embargo, el título de éste artículo no hace referencia a la actual crisis económica, sino a una que a mi juicio, tarde o temprano podría llegar a colapsar la estructura comercial chilena en caso de no tomarse medidas. La principal causa de esta crisis será la incapacidad de pago los deudores.
Crédito y Débito comparten raíces etimológicas con Creer y Deber. Las casas comerciales están olvidando esto. Sólo ven una cara de la moneda, el deber del deudor. Sin embargo, pasan por alto que el crédito es creer en la capacidad de la gente para devolver el dinero y pagar el interés, no se fijan de que en ultima instancia cero es cero, de que no se puede extraer dinero de alguien que nada tiene y ya no puede deberle a nadie. Creen que finalmente la justicia los obligará a pagar. Pero ni la justicia puede obligar a pagar a alguien que en verdad nada tiene.

Acabo de leer una presentación del Banco Central relacionada con la deuda de consumo en los hogares chilenos (PDF) publicado en abril del 2009. Es necesario aclarar que esto me merece mis dudas, ya que la gente en las encuestas tiende a mentir, por ejemplo, en este caso, para que no lo acosen y hostiguen sus acreedores.

En ella se puede apreciar que hay un incremento sostenido en la razón de endeudamiento de los hogares chilenos, incrementando cada vez más la deuda de consumo no bancaria, principalmente a causa del incremento del endeudamiento en casas comerciales, que representa el 37% de la deuda no bancaria.

Como hecho anecdótico, la deuda automotriz constituye un 15% de la deuda no bancaria y la deuda universitaria también corresponde a la misma fracción: un 15%. Desde el 2001 el monto de la deuda universitaria se ha mantenido prácticamente constante, a diferencia de la deuda en casas comerciales, que el 2001 era de aproximadamente un tercio de lo adeudado a las universidades y que ahora corresponde a un poco más del doble.

Retomando la línea central de argumentación, pese a que aún los chilenos se endeúdan principalmente con los bancos (53% de la deuda de consumo total) la diferencia es demasiado estrecha respecto del endeudamiento no bancario, a diferencia del escenario observado en el 2001, en el cual aproximadamente 2/3 de la deuda de consumo era bancaria.

Por otro lado, el 57,8% de los hogares del Estrato 1 (deciles más bajos) poseen deudas de consumo, cuya mediana es de $429.830. En el caso del Estrato 2 (decil 6,7 y 8), el 68,6% de los hogares tiene deudas de consumo, y su mediana es de $865.681.

Si no me equivoco en interpretar una tabla (pues para mi gusto está pesimamente hecha), con los niveles de cesantía actuales, un 25% de los hogares tienen deuda en riesgo.

Las conclusiones del informe son las siguientes:
  1. Proceso de profundización de deuda de consumo, en especial no bancaria, con importantes beneficios para los hogares en términos de suavizar consumo, permitir inversiones en educación entre otros.
  2. No obstante lo anterior, deuda es aún más desigual que ingreso de los hogares.
  3. Proceso de profundización también acentúa los riesgos crediticios, riesgos que deben ser manejados con prudencia por lo agentes involucrados.
  4. En el escenario actual se ve una desaceleración de la deuda de consumo, en un contexto de menores tasas.
  5. En paralelo aumenta el grado de stress financiero de los hogares, enfrentados a mayores niveles de desempleo.
Me parece francamente que el punto uno es muy discutible, si se considera la observación que se hizo respecto del endeudamiento universitario y el crecimiento del endeudamiento de las casas comerciales.
El punto dos me parece una afirmación que se equilibra entre lo inmoral y lo estúpido. ¿Cómo pretender que una familia pobre se endeude igual que una familia adinerada? La deuda es algo bueno en la medida de que uno pueda pagarla. Si las familias socialmente más vulnerables adquirieran la misma deuda que una adinerada lo más probable es que terminaría en la ruina. Creo que no vale la pena comentar más al respecto, pues me parece bastante obvio.
En el tercer punto me parece importante.
El cuarto punto es un fenómeno coyuntural, causado principalmente por la recesión global y que una vez concluida la crisis, comenzará a acelerarse nuevamente.
El quinto punto también me parece importantísimo, aunque también depende de la contingencia actual.

[El] Proceso de profundización [de la deuda de consumo] acentúa los riesgos crediticios, riesgos que deben ser manejados con prudencia por lo agentes involucrados

La deuda de consumo total ha incrementado exponencialmente desde el 2001. La deuda de consumo con los bancos ha incrementado en magnitud, pero su importancia relativa ha ido decreciendo en comparación con el incremento del endeudamiento no bancario, principalmente con las casas comerciales.

Si el escenario se mantiene, ¿A dónde podría ir a parar esto?
Al colapso del rubro del retail, un reposicionamiento de los bancos como entidades crediticias, una disminución de la deuda de consumo, y a otra cosa más: Quedará en evidencia la desigualdad económica real.

La gente no podrá pagar a las casas comerciales, sencillamente no tendrá más dinero. El número de gente en DICOM ya es alarmante, y la morosidad que ya tienen algunas instituciones educacionales bordea el tercio de sus estudiantes. La gente no tendrá más dinero, habría embargos, más gente en DICOM, gente en la ruina, en situación de calle, descontento popular.
Esto ocurriría en todos los Estratos, pero principalmente en el de menores ingresos.

Las casas comerciales al no recuperar el dinero, podrían enfrentarse a pérdidas importantísimas, que podrían culminar en quiebras, cambios de posesión, caídas en la bolsa, despidos masivos, aumento del desempleo, etc.

La banca se vería afectada, pero en menor grado, ya que los hogares privados no son los únicos pilares de la Banca, sino que utilizan a las empresas, al estado y otro tipo de artimañas financieras para alimentar sus arcas. Además, la banca es mucho más escrupulosa a la hora de otorgar prestamos, aunque he visto casos de bancos ofreciendo créditos de consumo, pero negando créditos a emprendedores capaces que desean poner en marcha su primera empresa. Tendrían un repunte más rápido, debido a que se transformarían en las instituciones crediticias que quedarían en pie.

Luego de esto menos gente podrá optar a crédito, lo que frenaría en parte la economía nacional, aunque no tanto, puesto que el fuerte de Chile son las exportaciones. El mercado experimentaría un descenso en la demanda, ya que la gente no podrá, o tendrá dificultades para endeudarse y así consumir. Ante esta eventualidad, el Banco Central podría bajar la tasa de interés, con el fin de reactivar la economía, pero está la posibilidad de que la banca sencillamente no quiera aumentar el número de prestamos que otorga.

En este momento nos encontramos con un problema que es importante y que me parece que actualmente no se le ha dado la debida importancia: ¿Al estimar el poder adquisitivo de un individuo o familia ha de considerarse o no su capacidad de endeudamiento?
En este momento me confieso ignorante, no me manejo con tanta profundidad en estos temas, no sé si efectivamente se considera o no.

Sin embargo está claro que la gente tiene un concepto de poder adquisitivo no cuantitativo en su cabeza. Una idea vaga, que no estaría ya basada en sus ingresos, puesto que los ingresos ya no tienen una relación tan directa con lo que son capaces de comprar. La experiencia personal o concepto mental de poder adquisitivo está ligada, tal como el nombre lo indica, a lo la gente es capaz de comprar inmediatamente, independientemente de que actualmente haya una menor incidencia del factor ingresos en esta sensación, hecho que se debe principalmente a la capacidad de acceso a crédito.

Mi opinión es que el crédito distorsiona y nubla el razonamiento de la gente, pues el crédito genera la sensación falsa de que se pueden comprar cosas inmediatamente, una sensación de poder adquisitivo que es más bien ilusoria. Sin embargo, esta sensación no siempre se ve acompañada de un razonamiento acerca de la posibilidad de pagar la deuda, o quizás sí, pero la persona experimentaría un "evadirse de las consecuencias", promovido por la gratificación inmediata, por el ansia de despliegue de poder (que me parece ilusorio), hecho que se ve aún más potenciado por la tecnificación del marketing a niveles que rayan en lo alarmante, puesto que hacen dudar sobre la capacidad de autodeterminación de ciertos segmentos de la población al ser influídos por el marketing de alta eficiencia.

El marketing ha llegado a un punto en el cual quizás lo que menos hace es exaltar las propiedades positivas de un producto, sino que se ha constituído como una metodología psicológica para implantar necesidades en el subconciente, para insertar sugestiones, mediante la alusión a apetitos del ser humano que muchas veces no tienen la más mínima relación con le producto en cuestión. Los ejemplos típicos son las mujeres en los anuncios de cerveza. Sin embargo, cabe mencionar cadenas de comida rápida que promocionan su comida como "entretenida" para que los hijos obliguen a sus padres a comprar, o la vinculación de vinos y cervezas con momentos sociales gratos. ¿Dónde ha quedado el sabor de las bebidas y alimentos en estos anuncios? Ha desaparecido, buscando la mejor manera de utilizar impulsos sexuales en adultos y jóvenes, e impulsos lúdicos en infantes y jóvenes. (Esto nos lleva a la presión que algunos padres sienten muchas veces al verse incapaces de proveer a sus hijos con lo que desean, pues desean que sus hijos tengan más de lo que ellos tuvieron, conduciéndolos al crédito)

El marketing ataca los puntos débiles de insatisfacción o de apetito insaciable del ser humano, echando mano a lo más básico y lo irracional. Ante esto, la población con menos educación es más susceptible a la influencia psicológica del marketing, de ningún modo porque tengan menos capacidades, sino porque en general no han tenido oportunidades de orientación, de acceder a información que lo ayude a tener una mejor visión y comprensión global del medio y finalmente porque al tener menor escolaridad no han hecho rutinarios patrones de pensamiento complejos y críticos. Reitero, en general, no digo que todos. En esta categoría, si observamos bien, caen también los niños y jovenes, que no han terminado su formación o que recién la empiezan, y esto en todos los estratos sociales. Ellos presionarían a sus padres para obtener lo que el marketing les ofrece con astucias, y los padres para evitar sentimientos de culpa, muchas veces acceden a sus peticiones, por descabelladas que sean.

Volviendo a lo central, me parece que la gente vive en una halucinacion colectiva producida en gran medida por el crédito y promovida por el marketing, que incentiva superficiales delirios de grandeza. Si llegara a ocurrir un fenómeno como ese, quedaría de manifiesto la realidad económica del país. Una persona que gana el sueldo mínimo ya no podrá comprar zapatillas Nike o pagar televisión satelital. Se notarán y profundizarán las diferencias sociales una vez más y quedaría en evidencia la desigualdad real, se derrumbaría esta mascarada hipócrita, caería esta halucinación masiva. Se sentiría la pobreza real y quedaría en evidencia el fracaso de la política económica. Con este escenario, no porque el pobre pueda acceder a lo mismo que el rico significa que es menos pobre, a largo plazo sigue siendo pobre, y todo el mundo se venda los ojos ante este hecho. Y no digo esto en sentido peyorativo, sino que me parece que gran parte de lo que se considera hoy como progreso no es más que una ilusión hipócrita, un error cruel, que puede tener consecuencias atroces.

Por un lado, caería un sistema hipócrita, en donde todos quieren ver sólo lo bueno y se rehúsan a mirar lo malo. Pero por otro, el costo humano, las repercusiones en miles de personas serían catastróficas.



Silent Enigma








viernes, abril 17, 2009

Logica Celular

Logica mal empleada:

Una célula de mamífero tiene memoria.
Un caballero no tiene memoria.
Por lo tanto, un maleducado tiene memoria.
Entonces, las células de mamífero son maleducadas.

Una bacteria no tiene memoria.
Un caballero no tiene memoria.
Por lo tanto, un caballero es una bacteria.

(JA)

domingo, marzo 29, 2009

Descriogenización

Tras prácticamente un año de ausencia, me vuelvo a pronunciar en este espacio para todos y para nadie. Un año de extremo masoquismo académico y un pequeño vistazo al mundo científico.
Queda solamente una etapa de análisis triviales y luego a interpretar y discutir datos.
Luego de eso, me abocaré de lleno al magister en Filosofía, y si encuentro trabajo, también al trabajo, desde luego; pero considerando la crisis económica mundial, el escenario se vuelve bastante inestable.

Las clases han ido bien, especialmente los cursos de Heidegger y Hegel, que recién parten.
Quería tomar uno de Zubiri, mas por problemas de horario quizás termine tomando uno de hermenéutica Aristotélica o de estética moderna...

Sea como sea, cada vez me siento más cerca de mí, puesto que me siento más en paz con mi vida, y eso es impagable.

Creo que este blog, y sobre todo el de filosofía va a expandirse bastante durante los siguientes dos años si prosigo con mi programa de magister.

HE VUELTO


Silent Enigma

miércoles, enero 21, 2009

Atisbo de Libertad

Durante el año 2008 mi vida cesó. Me anulé con el fin de lograr concluir el proyecto que me liberaría de los estudios de pregrado de ingeniería. Sin embargo, los organismos vivos son difíciles de controlar y las dificultades fueron demasiadas.
Ahora estoy de vacaciones, pero tendré que continuar en marzo.
Por otro lado, entraré al programa de magíster en filosofía de mi universidad, hecho que es muy gratificante, pues al fin podré dedicarme a una de las cosas que más me apasiona.
Espero escribir algo en algunos días, si es que mis neuronas se reavivan.

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